La capital de Noruega tiene fama de cara y de aburrida… Pero nada más lejos de la realidad. Oslo es una ciudad no demasiado grande pero con mucho por ver y hacer, perfecta para una escapada de fin de semana. Si vas a viajar a Noruega, aunque sólo sea un día, quédate en un hotel de Oslo y prepárate para alucinar con los contrastes de una urbe con un tamaño asequible, a orillas del mar y con una historia fascinante. ¿Estás a punto? Pues sigue leyendo y toma nota de algunas de las cosas que hacer (y ver) en Oslo.
Parque Vigeland
Te guste o no el arte, darte un paseo por el sugerente Parque de las Esculturas de Vigeland es una de esas cosas que tienes que hacer en Oslo sí o sí. Y no nos mires con esa cara… Sabes que es un sitio estupendo, así que ve y luego ya nos cuentas qué te ha parecido este espacio famoso que además de ser un buen lugar para un picnic o un paseo te permitirá conocer de primera mano el legado del genial escultor. En total, hay 212 esculturas de granito y de bronce de tamaño natural y que representan varios estados de ánimo y expresiones. Lo más alucinante es el enorme monolito de 14 metros: una columna tallada hecha de una sola piedra en la que podrás contar hasta 121 figuras humanas. Al lado hay un museo dedicado a Vigeland, pero quizás hayas tenido suficiente con el parque.
Museo Noruego de Historia Cultural
Este enorme espacio verde (blanco cuando la nieve lo cubre) en la península de Bygdoy es el lugar ideal para familiarizarte con la historia y la cultura noruegas. Ubicado completamente al aire libre, el Museo Noruego de Historia Cultural está abierto todo el año y en él podrás contemplar 155 edificios históricos traídos desde todas partes del país, entre las que destaca la delicada y preciosa iglesia de madera de Gol, del siglo XIII. Pasea entre cabañas, granjas y cobertizos y sumérgete en la Noruega más rural sin salir de Oslo.